El bikeshedding o ley de la trivialidad de Parkinson es una metáfora que describe la tendencia del ser humano en dedicar una cantidad de tiempo desproporcionada en asuntos básicos o triviales, muy a menudo a expensas de otros asuntos más importantes.
Los tiempos difíciles forjan hombres fuertes, los hombres fuertes crean buenos tiempos, los buenos tiempos crean hombres débiles y luego los hombres débiles crean tiempos difíciles. El bikeshedding tiene cabida precisamente en esa época en la que los hombres débiles, en tiempos buenos, no tienen asuntos importantes a los que dedicarse, o si los tienen, prefieren ahondar en las minucias de la vida, creando una colisión destructiva entre los que se dedican a asuntos importantes y los triviales.
Asuntos con poca importancia
La ley de la trivialidad de Parkinson sostiene que el ser humano, las organizaciones o grupos de personas, tienden a gastar cantidades desproporcionadas de tiempo y energía en asuntos triviales, básicos, ínfimos, que no tienen realmente importancia, mientras que descuidan o ignoran los que realmente la tienen.
El término tiene su origen en un escenario en el que un comité encargado de aprobar los planes de energía para una planta nuclear dedica una cantidad de tiempo superior a discutir el diseño y color de un simple estacionamiento de bicicletas para las instalaciones al servicio de sus empleados versus la cantidad de tiempo que dedicó a discutir datos complejos y técnicos de la instalación nuclear.
Este término describe la tendencia humana en decidir centrarse en temas fácilmente comprensibles o en darle demasiada importancia a temas que son básicos en una sociedad o incluso a darle importancia a temas que por el simple hecho de prestarles una atención desmedida generarían en una sociedad sentimientos negativos como el odio, el rencor y la intolerancia.
Pero realmente quien decide si un tema es importante o no?, quien osa el poder de decisión?, quién se atreve a decir que algo es trivial y no merece demasiada atención?, todo depende de la sociedad en la que vivamos, de los hombres fuertes o débiles y de los buenos o malos tiempos. Por ejemplo, en la guerra seguramente será más importante sobrevivir que prestarle atención al lenguaje inclusivo, pero en buenos tiempos, con hombres débiles, a lo mejor lo más importante es dedicar mucho tiempo y recursos para que nadie se sienta ofendido por el lenguaje no inclusivo.
El sesgo de la simplicidad
Los asuntos que son triviales se prefieren por sobre los complejos, no es regla pero sí la generalidad del ser humano. Abordar un tema complejo requiere no solo de mucha preparación, sino de tiempo y recursos, en cambio, un tema trivial puede atraer opiniones y argumentos de muchas más personas que no necesariamente tienen que estar muy preparadas o tener mucho conocimiento.
Que un tema trivial atraiga la atención, genera un incremento en la cantidad de tiempo que una sociedad le invierte a ese tema, porque muchas más personas pueden opinar, argumentar, exigir, educar y hasta ordenar sobre él.
El papel del sentido común
En discusiones triviales, el “sentido común” es el protagonista. Cada persona cree tener la verdad porque se alinea con su particular sentido común. En otras discusiones menos triviales, y a menudo más importantes, pocos se atreven a opinar porque para participar allí se requeriría de conocimiento y para adquirir el conocimiento se requiere de tiempo y recursos.
El sentido común se forma dependiendo de la realidad de cada persona y suele suceder que el sentido común no apunte a la verdad. No significa que el sentido común sea un surtidor de disparates irracionales. Lo que sucede es que la “lógica” del sentido común es la lógica interna del cerebro humano y los cerebros humanos no vinieron con la física y el entendimiento de la verdad del universo precargados.
Reflexiones finales
No hay manera de eliminar el bikeshedding. Siempre habrán personas que quieran darle mucha importancia a temas triviales y afortunadamente también siempre habrán personas que quieran dedicar sus vidas, su tiempo y recursos a situaciones más importantes.
Pienso que hay una solución, se trata de la ley de la polaridad del Kybalión, si los dos extremos son “trivial” y “no trivial”, encontrar un grado de equilibrio intermedio entre estos dos polos podría salvar una sociedad, porque no se le dará demasiada importancia a lo trivial pero tampoco se le ignorará.
En el caso que dio origen al término bikeshedding, el punto intermedio sería el de reconocer que el aparcamiento de bicicletas, aunque importante, no merece más importancia que la toma de decisiones sobre las especificaciones técnicas de la central nuclear.
En nuestro ejercicio como profesionales antifraude, hay que reconocer que las regulaciones que limitan nuestra profesión son importantes pero no puede ser que sean más importantes que el hecho mismo de detectar y prevenir el fraude y la corrupción.
Referencias
(Wikipedia, 2024) Ley de Parkinson de la trivialidad
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